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Declaración institucional del Ayuntamiento de Cirauqui/Zirauki en reconocimiento a sus vecinos asesinados el año 1936. In memoriam.

En la sesión Ordinaria, celebrada por el M.I. Ayuntamiento de Cirauqui-Zirauki el día 22 de diciembre de 2017, se aprobó por unanimidad éste que se transcribe a continuación:

 Declaración institucional en reconocimiento del Ayuntamiento de Cirauqui/Zirauki a sus vecinos asesinados el año 1936. In memoriam.

 Se aprueba por unanimidad de votos a favor de los corporativos la declaración institucional obrante en el expediente de la sesión en reconocimiento de los vecinos de Cirauqui/Zirauki asesinados el año 1936, y se procede por D. Julio Laita Zabalza a dar lectura de la misma, la cual se expone a continuación:

“El 18 de Julio de 1936 se abría, probablemente, la página más negra de la Historia de Navarra, con un saldo terrible de asesinatos, humillaciones, expolios, familias rotas y silencio cómplice. Un golpe de estado fallido contra un gobierno legítimo daba inicio a la Guerra Civil.

Navarra constituye uno de los lugares donde se gestó ese golpe militar contra la República legítima y democráticamente constituida.

Con el General Mola a la cabeza de la sublevación, se proclamó un nuevo Régimen con todo su entramado institucional: un nuevo Estado, una nueva Diputación Foral y unos nuevos Ayuntamientos, con una pautada cadena de mando político-militar perfectamente identificada por los más reconocidos investigadores.

Un nuevo entramado institucional que iba a afianzarse en el único argumento del uso de la fuerza, y la utilización de la violencia para eliminar al diferente:

“Es necesario crear una atmósfera de terror, hay que dejar sensación de dominio eliminando sin escrúpulos ni vacilación a todo el que no piense como nosotros. Tenemos que causar una gran impresión, todo aquél que sea abierta o secretamente defensor del Frente Popular debe ser fusilado. ” General Mola (19-VII-1936) Instrucción Reservada nº 5”.

Sin que hubiera en Navarra frente de guerra, y en el marco de este nuevo entramado institucional, hombres y mujeres inocentes fueron fusilados en cunetas, cementerios y descampados, y enterrados en fosas comunes, por ser fieles a unas ideas distintas a las del régimen que acababa de nacer.

Los familiares debieron sumar a la dolorosa pérdida de sus seres queridos, la represión infame del nuevo Estado. La Dictadura franquista ejercida durante 40 años: informes de antecedentes políticos, disgregación de los núcleos familiares por penas de cárcel o destierro, justificación y silenciamiento de los asesinatos, expolio de sus propiedades, penuria económica, afrentas públicas, censura y control ideológico, marginación social e indefensión completa.

Se gestó entonces una cultura de temor y silencio que todavía siguen padeciendo en muchos casos sus descendientes: la cultura de la “desmemoria”.

Las más prestigiosas instituciones mundiales comprometidas con la Paz ven precisamente en la Memoria, el Reconocimiento y la Reparación de las víctimas el camino para lograr una sociedad más integrada, cohesionada y educada en valores. Y entienden que la gestión de la memoria de la violencia política ha de ser responsabilidad de la sociedad civil y de sus propias instituciones, ayudando a construir un discurso compartido mayoritario.

Tras la muerte de Franco, algunos familiares desenterraron los cuerpos de las fosas comunes, inscribiendo a estos miles de desaparecidos en los registros parroquiales de defunción. Otros, como es el caso de los familiares de Manuel Bermejo Apesteguia, armados de valentía y coraje ya lo habían hecho en vida del dictador.

A pesar de que Navarra es la provincia con la mayor tasa de asesinados en referencia a votantes asesinables, y a pesar de ser la Comunidad pionera en la labor de recuperación de los restos, hubo que esperar hasta el 10 de marzo de 2003 para que el Parlamento Foral de Navarra aprobara una declaración institucional de reconocimiento y homenaje a los más de 3.000 navarros y navarras asesinados por pensar diferente que el Régimen que nacía aquel 18 de Julio de 1936; un tercio de los cuales permanece todavía en fosas comunes.

En Cirauqui/Zirauki, una mayoría defendió sus ideas en el campo de batalla al lado de los golpistas, unos voluntariamente y otros forzados y en contra de sus ideas. Otros desaparecieron en la guerra como Valentín Amézqueta Blanco. Otros tuvieron que dejar el pueblo por no comulgar con los golpistas. Otros hijos del pueblo conocieron la cárcel. Hay quién desde el exilio dejó la vida en la lucha contra el nacismo. Otros fueron asesinados. En concreto Manuel Bermejo Apesteguia, Victoriano Ortigosa Irulegui, el matrimonio constituido por Fermín Irigoyen López y Julia Irigoyen, Emilia Arraiza Garín, Esteban Amézqueta Blanco y Antonia “La Soriana”.

En el término de Lezondoa, en nuestro término municipal, se encuentran enterrados los cuerpos de varios hombres asesinados y enterrados en el mismo sitio.

Pero desde su propio Ayuntamiento, y tras 40 años de Dictadura y otros 40 de Monarquía parlamentaria, no ha habido reconocimiento público y dignificación de los Ziraukarros/as asesinados por pensar diferente.

Tenemos el deber y la obligación ética de hacer una declaración pública que, aunque tardía, permita saldar esta deuda histórica, y contribuya a conseguir una convivencia más justa y respetuosa de todas las ideas, y una democracia más profunda basada en el derecho a la vida y a la libertad. Una declaración que contribuya a la educación en valores para las generaciones futuras, así como a erradicar la cultura del ejercicio de la violencia política.

Por tanto, el Ayuntamiento de Cirauqui/Zirauki declara que:

• Las instituciones político-militares, surgidas el 18 de Julio de 1936 y su correspondiente cadena de mando en Navarra, utilizaron la fuerza y el terror para su asentamiento. Y, a pesar de que no hubo frente de guerra en nuestra Comunidad, 6 vecinos/as de nuestro pueblo fueron vilmente asesinados a través de esa cadena de mando por “no pensar como el nuevo régimen” y una persona desaparecida.

• Reivindicamos y Reconocemos el daño causado a todas las víctimas y a sus familias.

• Condenamos el golpe de estado militar ilegítimo, realizado contra una Republica democráticamente constituida.

El Ayuntamiento de Cirauqui/Zirauki desea mediante esta declaración pública, reparar la memoria de estos/as vecinos/as de este pueblo que pagaron con sus vidas por identificar sus ideales de libertad, progreso y la justicia social con un régimen republicano legítimamente constituido, y cuyos nombres son:

Manuel Bermejo Apesteguia

Victoriano Ortigosa Irulegui

Emilia Arraiza Garin

Fermín Irigoyen López

Julia Irigoyen

Esteban Amézqueta Blanco

Valentín Amézqueta Blanco

Antonia “La Soriana”

 

 

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